jueves, 29 de noviembre de 2018

Comprendiendo la Lección No. 12 de Un Curso De Milagros

Lección 12. Estoy disgustado porque veo un mundo que no tiene significado.

Explicación por Jasson Hurtado

Las lecciones precedentes nos han mostrado que somos nosotros quienes damos significado al mundo. Tanto a las personas como a los lugares y eventos les damos categorías de malo, triste o inclusive bueno. Sin embargo toda esa etiquetación es solo superficial e irreal, no describe la auténtica realidad.

Lo que busca este ejercicio, por ahora, es darnos una alerta; un aviso cada vez que nos parezca ver algo que nos disgusta.

En el taller presencial, cuando analizamos esta lección llegamos a un acuerdo en que podría enunciarse de esta manera:

Estoy disgustado porque veo un mundo al que le he dado significados que me disgustan. 

Un fragmento explicativo de esta Lección dice:

“Si pudieses aceptar al mundo como algo que carece de significado y dejar que en lugar de lo que tú crees la verdad se escribiese en él por ti, ello te llenaría de una felicidad indescriptible”.

Finalmente anotamos que la preparación para poder ver sin colocar nuestras propias etiquetas, juicios y prejuicios es paulatina y requiere de constante disciplina.

Llegará el momento en el que podamos aproximar la verdad o aproximar mucho la verdad. Eso dependerá de un poquito de nuestro esfuerzo y de la voluntad de nuestro Cristo Interno.

jueves, 22 de noviembre de 2018

Comprendiendo la Lección No. 9 de Un Curso De Milagros

Lección 9. No veo nada tal como es ahora.


Explicación por Jasson Hurtado

Si es verdad que “Solo veo el pasado” como indica la lección 7 y “Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado” como indica la lección 8; la idea “No veo nada tal como es ahora” de la lección 9, es aparentemente fácil de entender.

Mas el curso aclara que no se trata de entender, sino de practicar. La idea de hoy puede traer muchas resistencias.

La mitología hindú expresa en términos metafóricos la verdad de la idea de hoy. En una época cuya antigüedad no es posible determinar, unos personajes míticos protagonizaron el drama narrado en el Mahabarata. Uno de estos personajes se llamaba Vaschicta y era un anciano ciego, pero que tenía totalmente desarrollado el sexto sentido y la intuición. Este anciano fue uno de los maestros de Krishna (Dios-Hombre). Otro personaje se llamaba Dirtharashrta y era un rey ciego que además de la ceguera de los ojos de carne había tomado posesión fraudulenta de una tierra que no le pertenecía y persuadió a su propia descendencia para defienda esa postura inclusive con la violencia.

He citado este ejemplo porque nos puede ilustrar el punto al que quiere llegar la lección. Vaschicta no necesitaba de los ojos de carne para percibir con exactitud no solo los eventos físicos que ocurrían a su alrededor, sino para entender los eventos trascendentes de orden espiritual.

Dirtharashtra aunque tampoco podía usar los ojos del cuerpo, no veía las verdades espirituales que le rodeaban y actuaba propiciando fraude y violencia.

Analizando estos dos ejemplos, parecería que no es a nivel de los ojos de carne que se percibe y se interactúa verdaderamente con la realidad. Parecería más bien que es a un nivel de intención mental que se interactúa con la realidad.

Regresando al ejercicio, recordemos que lo que se pide es práctica y confianza en el curso, para poder interiorizar los conceptos, pasando del entendimiento a la comprensión vivencial.

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Comprendiendo la Lección No. 6 de Un Curso De Milagros

Lección 6. Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.

Explicación por Jasson Hurtado

Hay una metáfora que hemos usado en los presenciales para comprender esta lección.

Dos monjes zen iban cruzando un río. Se encontraron con una mujer muy joven y hermosa que también quería cruzar, pero tenía miedo. Así que un monje la subió sobre sus hombros y la llevó hasta la otra orilla.

El otro monje estaba furioso.

No dijo nada pero hervía por dentro.

Eso estaba prohibido.

Un monje budista no debía tocar una mujer y este monje no sólo la había tocado, sino que la había llevado sobre los hombros.

Recorrieron varias leguas.

Cuando llegaron al monasterio, mientras entraban, el monje que estaba enojado se volvió hacia el otro y le dijo:

-Tendré que decírselo al maestro.

Tendré que informar acerca de esto.

Está prohibido.

-¿De qué estás hablando? ¿Qué está prohibido? -le dijo el otro.

-¿Te has olvidado? Llevaste a esta hermosa mujer sobre tus hombros -dijo el que estaba enojado.

El otro monje se rió y luego dijo:

-Sí, yo la llevé. Pero la dejé en el río, muchas leguas atrás. Tú todavía la estás cargando...


En una primera aproximación la idea de la Lección aplica en muchos casos de disgusto, porque ciertamente la situación no está ahí, pero el disgusto persiste y la especulación mental que expresa ataque, resentimiento, retaliación, boicot, revancha y castigo contra el hermano sigue haciendo presa de nosotros. Mas lo cierto es que lo que se vio, escuchó o sintió que disparó el disgusto ya no está.

En una segunda aproximación más profunda, UCDM nos afirma que “las cosas que causaron el disgusto ni siquiera existieron”, lo que ocurrió fue que la percepción del ego que ve ilusiones de separación fabricaron los escenarios y personajes crueles, violentos y autoritarios que protagonizan esas visiones que ciertamente parecen muy reales, mas no forman parte de la realidad de Dios.

No podemos abordar esto solo con el esfuerzo intelectual de comprenderlo. Es necesario recurrir a la pedagogía espiritual del curso para tener éxito; primero en la comprensión de que aquello que disgusta ya no está ahí; y luego en el empoderamiento de la paz que ofrece ver un mundo sin disgustos.

Me incluyo en el grupo de los que nos disgustamos porque vemos en el hermano o hermana acciones que juzgamos como egoístas, más me incluyo en el grupo (quizá más reducido) de los que decidimos meditar en silencio todos los días para recibir la intuición que permite ver la verdad y desechar las ilusiones.