martes, 5 de febrero de 2019

Comprendiendo la Lección No. 36 de Un Curso De Milagros

Mi santidad envuelve todo lo que veo


Por: Jasson Hurtado, organizador de talleres de Un Curso de Milagros en Quito

Nuestra conciencia afecta aquello que vemos; y tenemos el poder de elegir si es la mente egoica o la mente espiritual la que ve.
Vamos analizar esta afirmación desde varios ángulos:

Nuestra conciencia afecta aquello que vemos.

Cuántico. En el documental What the bleep do we know, un grupo interdisciplinario de científicos realiza la simulación de un experimento en el que bombardean partículas subatómicas sobre una “pantalla”. Ellos concluyen que un electrón se convierte en partícula solamente cuando es “observado” por los instrumentos de medición; y simplemente es una onda de energía cuando no es observado. A groso modo y en términos muy generales ellos concluyen que, para cada uno de nosotros, el mundo existe si abrimos los ojos y lo vemos.

Didáctico. Un grupo de niños de inteligencia normal fue dividido al azar en dos grupos iguales. Uno de los grupos fue asignado a un maestro a quien se le dijo que aquellos niños eran casi “superdotados”. El otro grupo se asignó a un maestro a quien se le dijo que los niños eran un poco “torpes”. Al año se les hicieron de nuevo test de inteligencia a ambos grupos. La mayoría de los estudiantes del grupo que arbitrariamente había sido definido como “superdotado” obtuvieron una puntuación más alta que la lograda anteriormente, mientras que la mayoría del grupo que fue etiquetado como “torpe” ¡obtuvo puntuaciones más bajas! Las creencias de los maestros sobre sus alumnos afectaron a la capacidad de aprendizaje de estos. Esta investigación fue citada por Robert Dilts en su libro Cómo cambiar creencias con la PNL. 3ra. Edición.

Espiritual. No tenemos dos mentes, tenemos una sola. Sin embargo parece estar dividida en dos. Una de ellas entiende al tiempo y al espacio; la otra vive en un eterno presente. La primera se preocupa del cuerpo físico, la segunda del espíritu. Hasta ahora hemos dejado que la primera guíe nuestra vida, por los juicios que emite a partir de las cosas tangibles que ve. ¿Qué pasaría si empezamos a afirmar que ahora vemos con la mente espiritual? ¡Inténtalo sin poner expectativas!

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