miércoles, 20 de junio de 2018

Meditación mántram con Un Curso De Milagros UCDM

Vamos a practicar un ejercicio de interiorización que nos permitirá liberar de tensiones al cuerpo físico, también concentrar y disciplinar la mente para poder enfocar con más efectividad  la idea central de la Lección 41 de Un Curso De Milagros.
Antes de empezar vamos a dar algunas indicaciones.

Postura:  Siéntate cómodamente, puede ser en el borde de tu cama o en un taburete. Lo importante es que la columna vertebral se encuentre erguida. Si usas una silla procura no apoyarte en el respaldo. Deja la manos que reposen sobre los muslos con naturalidad.

Lugar: Ubica un sitio tranquilo en tu casa, en el que no seas interrumpido durante la práctica. De ser posible consagra ese sitio exclusivamente para realizar esta práctica de meditación.

Hora: Ubica un espacio de tiempo en el día en el que puedas ejercitarte en estas prácticas de meditación. De ser posible mantén ese horario de forma permanente pues solo con disciplina y perseverancia se puede lograr la experiencia de una meditación profunda.

Qué es mentalizar?
La mentalización de un objeto es la visualización del mismo con la mirada interina. Generalmente se realiza con los ojos cerrados.

Qué es relajar?
Relajar es quitar las tensiones a las que consciente o inconscientemente sometemos a los órganos tanto internos como externos del  cuerpo. Relajar es dar una orden mental a una o a varias partes del cuerpo para que dejen de estar presionada, forzada.

Iniciemos con la práctica.
Una vez que te has sentado cómodamente y con la espalda erguida, buscando un sitio tranquilo y un espacio de tiempo en el que no seas interrumpido, cierra los ojos y empieza a  relajar tu cuerpo.

Mentaliza y relaja la frente, los párpados, las mejillas y los labios.
Mentaliza y relaja las sienes y la nuca.
Mentaliza y relaja el cuello.
Mentaliza y relaja los hombros, los brazos y los antebrazos izquierdo y derecho.
Mentaliza y relaja las manos izquierda y derecha.
Mentaliza y relaja la espalda.
Mentaliza y relaja el pecho y el abdomen.
Mentaliza y relaja la cadera.
Mentaliza y relaja los muslos y las piernas izquierda y derecha.
Mentaliza y relaja los pies izquierdo y derecho.

Ahora respira profundamente. Sintiendo como el aire ingresa lentamente por las fosas nasales y llena el abdomen y luego el tórax. Luego sale lentamente por las fosas nasales vaciando la caja torácica y luego el abdomen.
Los ojos están cerrados y la mirada interna puede mantenerse fija en el entrecejo (mitad de las cejas).
La idea en la que vamos a concentrar toda nuestra atención es esta:

Dios va conmigo dondequiera que yo voy.

Cuando inhalemos vamos a decir mentalmente:

Dios va conmigo…

Cuando exhalemos vamos a decir mentalmente:

…dondequiera que yo voy.
Repetimos:

Dios va conmigo… dondequiera que yo voy.
Dios va conmigo... dondequiera que yo voy.
Dios va conmigo… dondequiera que yo voy.

Vamos a mantener está repetición mentalmente durante un tiempo base de cinco minutos, que podríamos extender a diez, quince o treinta. Para finalizar nos quedaremos en silencio unos instantes y con movimientos suaves retomamos nuestra movilidad.
Esta es la forma en la que meditan los maestros orientales y también los padres de los primeros siglos del cristianismo. Es de suma eficacia para aquietar la mente y dejar de lado todas las distracciones del mundo externo.
La podrás hacer con esta Lección y con aquellas que consideres apropiado.

Hasta una próxima entrega
Jasson Hurtado
Organizador de UCDM e-Learning

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