Dios es la Mente con la que pienso.
Por: Jasson Hurtado, organizador de talleres de Un Curso de Milagros en Quito
Pensabas que pensabas, sin embargo no es así. Se trataba de procesos mentales de corto alcance o de ningún alcance.
“Pensamientos” enfocados en el menú de hoy o la ropa que te vas a poner ¿qué efecto pueden tener cuando se trata de liberarte del mundo que ves?
Esos procesos mentales a los que llamamos “pensamientos” solo protegen el cuerpo o velan por algunas satisfacciones emocionales y deseos, sin embargo nos preguntamos nuevamente ¿qué efecto pueden tener cuando se trata de liberarte del mundo que ves? 
El Silencio y el Amor, son hermanos gemelos; y ellos sí que son pensamientos de la mente de Dios. Tu mente está en la de Dios. Por lo tanto esos pensamientos también son tuyos.
Los ejercicios de hoy te piden que te sumerjas más allá de todos los procesos mentales que bullen en la superficialidad de tu mente y que desde la mayor profundidad interna experimentes Silencio y Amor.
El maestro ecuatoriano de espiritualidad, Dr. César Dávila, recomienda en su libro Las Llaves de Tu Reino practicar la relajación antes de realizar la meditación. 
La relajación se realiza de esta forma:
- Siéntate en un taburete con la espalda recta.
- Coloca tus pies en el piso. Coloca tus manos sobre los muslos de forma natural.
- Cierra tus ojos y procura que tu mirada esté fija en el entrecejo.
- Toma conciencia de tu respiración.
- Mentaliza y relaja parte por parte tu cuerpo. Relajar es quitar las tensiones. Relajar es quitar la presión. Relajar es permitir que cada una de las partes de tu cuerpo descanse. 
- Mentaliza y relaja la frente, los párpados, las mejillas, la nariz, la boca, la quijada; mentaliza y relaja la coronilla, la nuca, las sienes, los oídos; mentaliza y relaja el cuello, la garganta, los hombros izquierdo y derecho, los brazos, antebrazos y manos izquierda y derecha; mentaliza y relaja la espalda baja media y alta, el pecho, el abdomen; mentaliza y relaja los muslos izquierdo y derecho, las pantorrillas izquierda y derecha, los pies izquierdo y derecho.
Una vez que te encuentres relajado, silencia todos tus pensamientos, excepto uno; excepto el que te pide el ejercicio de hoy: “Mis pensamientos reales están en mi mente. Me gustaría encontrarlos”. Permanece en este estado un tiempo base de 5 minutos.