No hay nada que temer
Por: Jasson Hurtado, organizador de talleres de Un Curso de Milagros en Quito
¿A qué tienes temor? ¿A qué castigo externo o auto-infringido le huyes? ¿A qué tipo de ataque que parece venir del exterior has otorgado darle la potestad de dañarte?
El ego puede defender con ferocidad y agudeza extraordinaria los argumentos que atribuyen realidad a las fuentes de temor, porque esa es su naturaleza, esa es su función. De ti depende creerle.
Parece ser que la única forma de que el Sr. Ego haya tenido la oportunidad de presentar sus argumentos atemorizantes al Hijo de Dios – y persuadirle para que los crea-, es que Éste haya decidido temporal y voluntariamente olvidar quién Es.
¿Quieres persistir, Hijo de Dios, en el olvido de tu Identidad?

No hay comentarios:
Publicar un comentario