Comprendiendo la Lección No. 30 de Un Curso De Milagros

Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi mente

Explicación por Jasson Hurtado, instructor de Un Curso de Milagros en Quito

Los ojos del cuerpo ven escenas que califican como indeseables y la reacción automática del observador promedio es rechazarlas y afirmar que son externas, que no dependen de él. 

El planteamiento de esta lección se opone a esa forma de concebir la visión; ya que propone que todo lo que se ve es un producto de los procesos de pensamiento del observador. 


Vamos a poner un ejemplo. Si el observador ve algo que él mismo califica como un delito en la calle, es porque fabricó con su mente esa escena, la cual es un sueño que ciertamente no tiene sustento real. Si el observador es un estudiante del Curso y ve algo que para él tiene apariencia de delito, podrá aplicar esta Lección y ocurrirá en primera instancia que cuestionará la realidad del evento; en segunda instancia afirmará que Dios está en todo lo que ve porque Dios está en su mente, y podrá ver que detrás de la apariencia solo hay actores desempeñando papeles, quizá unos actores más vehementes que otros, pero no más; en una tercera instancia verá solo hermanos o hermanas ejerciendo roles y por tanto verá a Dios porque Él está en esos hermanos o hermanas.